Intente cruzar la frontera con un alijo de dolor, temblaba, tartamudeaba, me fui quebrando y empapando en sudor, mi corazón galopaba con el aforo completo y complejo de todos los nombres que me dieron la vida y en cierto modo me hirieron de muerte, no existieron ni culpables ni inocentes,...solo fuimos los amantes, los delirantes e inconscientes. Y aun sin el rencor ardiente,...el alijo de dolor me golpeaba tan fuerte que el destino acabo poniéndome las esposas, y esas esposas brillaban y se teñían de plata, pero no precisamente se vistieron de boda y mucho menos de novia ni cenicienta barata. Agache la cabeza, asumí la condena,...soporte los cantos de sirena, " para esto no necesito abogados", desde entonces viví amordazado sin el derecho a una llamada. Solo les pido que transmitan a mis viejos,...que me llevaron preso, ahorrense lo del dolor, sobre todo una madre no aguantaría eso,...si a ustedes no les importa, díganles que me llevaron preso,...pero "preso de amor", y que gracias a todo esto....nació una leyenda,...nació una canción.
Jose A Lorca.
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